"Con el único que me quiero pelear es con el que está quebrando nuestro país y se llama Javier Milei" dijo Axel Kicilof.

Axel Kicillof enfatizó la necesidad de unidad dentro del peronismo en un acto en Ensenada, donde criticó abiertamente al presidente Javier Milei, a quien considera el verdadero adversario del país.

"Nada de interna ni de quilombo, si no acompañando a nuestra gente", subrayó, reafirmando su postura en medio de las tensiones internas que enfrenta el Partido Justicialista (PJ) antes de las elecciones nacionales del 17 de noviembre.

Durante el cierre del Pre-encuentro Provincial de Salud Popular y Comunitaria, Kicillof instó a sus compañeros a dejar de lado las divisiones y enfocarse en la unidad. "Nuestro pueblo lo que nos pide es que estemos unidos", afirmó, añadiendo que esta unión debe manifestarse en acciones concretas y en la gestión gubernamental. Su discurso se produce en un contexto de creciente malestar entre los sectores más ortodoxos del kirchnerismo por su falta de apoyo explícito a Cristina Kirchner en la interna partidaria.

Kicillof también se distanció de rumores que lo vinculaban con el apoyo al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, aclarando que no es su candidato. En respuesta a las críticas internas, argumentó que "la lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis" y abogó por escuchar las diferencias con humildad, sin descalificarlas como traiciones.

El gobernador dejó claro su enfoque: "Si me buscan para una discusión o disputa, con el único que me quiero pelear es con el que está quebrando nuestro país y se llama Javier Milei". Este mensaje resuena en un clima político tenso, donde Milei ha intensificado sus ataques contra el kirchnerismo y ha utilizado metáforas provocadoras para deslegitimar a sus oponentes.

Kicillof concluyó su intervención llamando a la acción colectiva y al trabajo conjunto para enfrentar lo que considera un ataque frontal a la democracia por parte del actual gobierno. La situación interna del peronismo se complica aún más tras incidentes recientes, como el aniversario de las Madres de Plaza de Mayo, donde se evidenció la fractura entre Kicillof y Cristina Kirchner, lo que subraya la necesidad urgente de reconciliación dentro del partido.

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