Vecinos de Villa Montoro, 93 y 117, mostraron los problemas que se generan en torno a la basura. Sostienen que hay frentistas que no les importa ni la hora y lugar para dejar desperdicios. Apuntan a una mala recolección que acopia y los perros rompen. Reclaman un trabajo a conciencia por parte de la Delegación en la zona.

    Según contaron los frentistas a NVE en una recorrida por el lugar convocados a través del 221 60000379, sobre la recolección de habituales tres veces por semana. Allí, los días de juntada, los obreros pasan por los domicilios generando en esquinas un acopio que retiran con el paso del camión una o dos horas después.

   Al respecto, la basura que se rompe en el traslado y la acción de perros y roedores provocan que otros envases se rompan. Esos desperdicios que no llegan al compactador embolsados quedan en el lugar.

   “El camión pasa tres veces por semana, la mugre que queda después del acopio que hacen entre las 3 y las 4 de la mañana queda hasta que lo levantan alrededor de las 7, lo que queda, queda” comentaron.

    “Se llevan la mitad, la otra mitad queda abajo, termina limpiando el vecino” dijeron y aportaron que “acá limpia el vecino, la Delegación es raro que pase y cuando lo hacen se sacan fotos mostrando que estuvieron, lo vemos todos”.

    En lo que respecta al lugar, los frentistas apuntaron que existen vecinos responsables y otros que “no tanto”, aunque asumen que la situación se normalizaría con un trabajo organizado para levantar los desperdicios.

   “Resultaría importante que una vez que pasan cada dos días lo hagan con responsabilidad por cada domicilio y no como lo hacen revoleando las bolsas y dejando la basura. Nos tratan como vecinos de segunda”.

    Los pobladores abundaron que los desperdicios suelen taponar cruces de calles y salidas de desagües provocando que en la zona cuando llueve muy fuerte esta basura colabora para que suba el agua.

    Para finalizar, los vecinos afirmaron a NVE que entre ellos se ponen de acuerdo para salir a barrer y limpiar la cuadra, función que debería abocarse la comuna y que viene fallando hasta el momento.