Se trata de la disolución de la Dirección de Vialidad Nacional, organismo que tenía a su cargo el diseño, la construcción, el mantenimiento y la planificación de más de 40 mil kilómetros de rutas nacionales.
Las funciones de Vialidad serán absorbidas por el Ministerio de Economía y por una nueva estructura denominada Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte, que también reemplazará a la CNRT y a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, de acuerdo a lo informado por Infoplatense.
En lo que respecta a La Plata, la desaparición de organismos como Vialidad y el recorte de estructuras descentralizadas genera una doble preocupación: por un lado, el impacto en el empleo público, ya que varias sedes administrativas y delegaciones operan en La Plata; por otro, la falta de mantenimiento de rutas clave que conectan la ciudad con el AMBA y el interior bonaerense.
Tanto la Ruta 2, la Ruta 36, como los accesos a Berisso y Ensenada requieren mantenimiento constante que ahora podría quedar sin cobertura operativa, generando mayores riesgos en temporada invernal o ante el incremento del tránsito pesado.
Más allá de la justificación fiscal, los críticos sostienen que la medida no apunta solo a reducir el gasto público, sino a reconfigurar el rol del Estado y abrir sectores estratégicos a la lógica del mercado. En ese sentido, alertan sobre un proceso de tercerización y privatización encubierta, donde la eficiencia y la transparencia no están garantizadas por la experiencia pasada.