Uno de los grandes problemas en torno a la basura que sufre una gran parte de la sociedad en manos de aquellos que deciden tirarla en cualquier lado y por las fallas en el sistema de recolección de despoja a tantos otros del servicio.
Así lo demostró Verónica que, desde hace mucho tiempo, viene peleando con los molinos de vientos para mantener limpio el sector lateral de la Capilla de María Auxiliadora en 118 entre 95 y 96.
En ese sector, a espaldas de la cancha de Villa Montoro, es incesante el vuelco de basura, los malos olores, y los problemas que traen aparejados este tipo de basurales a cielo abierto. La gravedad del caso es que, a pesar del cambio de gestiones, no se ha podido avanzar en su erradicación.
Por momentos ha disminuido el vuelco, aunque cuando no hay control por parte de los responsables políticos en la región, el lugar se desmadra. “Yo vivo a mitad de cuadra, me cansé de limpiar y reclamar” concluyó la vecina.
Resultaría muy interesante que esta suerte de Juntas Comunales, un desarrollo tan importante tuviera un recorrido itinerante o que se aborden este tipo de situaciones a la vieja usanza en la que se reunía el Delegado o Delegada, vecinos, vecinas, comerciantes y responsables en un lugar determinado para darle una solución a un problemas comunitaria. En varias oportunidades resultó y podría ser de mucha ayuda.