Vecinos de la zona del Cementerio se quejan porque el agua que circula por los cordones tiene olor a cloacas. Llevan una semana en esta situación que afecta a frentistas y comerciantes.
Indicaron fuentes del lugar que desde hace una semana la intersección de 31 y 76, allí funcionaba la antigua línea 508, se inunda con agua producto de rebalse cloacales. “Entramos a nuestras casas con agua servida en los pies, es un asco”.
De acuerdo a lo indicado, son varios los frentistas que elevaron sus quejas a la empresa que, hasta el momento, no ha dado respuestas del caso.