Continúa la acumulación de agua en la esquina de 7 y 76 provocando mojadoras, discusiones, problemas a los usuarios del transporte público que se aglutina en la parada. La queja lleva años sin ninguna solución.
En la intersección de 7 y 76, en la parada de colectivos ubicada enfrente del complejo educativo de la localidad un enorme charco de agua estancada se arriba hacia al cordón y perjudica la estancia de los usuarios del transporte público que, para subir al micro, deben sortear el agua.
Existen a diario infinidad de situaciones al respecto porque, como sucede muchas veces, los choferes suelen variar la posición del colectivo a la hora de levantar pasajeros. Mientras que unos arriban al cordón, otros prefieren estacionarse lejos del charco y hay veces que lo hacen a la misma altura.
Además, el paso de vehículos provoca que esta agua contaminada salpique a los vecinos que esperan en la parada de colectivos y así les arruinan la vestimenta que muchos deben usar durante todo el día.
Este problema, sumado a los baches ubicados en la cuneta, llevan un largo período de quejas y reclamos. Durante la gestión de Julio Garro fue anunciada la remodelación del piso de la avenida 7 entre 72 a 82, algo que no sucedió y que daba pensar que, ante el arreglo de la calzada, iba a permitir tener un mejor drenaje.
Claro está que la gestión cambió, Garro ya había abandonado las obras de veredas muchos meses antes, y la avenida 7 no fue remodelada. Es muy posible que la gestión pose sus ojos en solucionar los baches en el lugar, aunque antes deberían evitar el flujo de agua para que no se siga acumulando.