Cada vez que las lluvias son intensas en la región superando los 100 milímetros varios barrios terminan anegados a partir de la ausencia de obras hidráulicas, construcciones en donde había canales o terrenos inundables, como así también de zanjas que ya no cumplen su función.
En las últimas tormentas, frentistas se quejaron por la crecida del agua en las calles y los anegamientos en viviendas. En su mayoría de sectores que llevan más de 30 años de inundaciones por haber construido en terrenos inundables y, en otros casos, en zonas donde antes cruzaban arroyos que vertían el agua en el Maldonado y que hoy tienen casas encima.
Pero claro está que muchos de los problemas de anegamiento que tuvieron los vecinos tienen su origen en la obstrucción de los desagües pluviales, canales de desagote o zanjeos.
Un amplio sector que va de 90 a 640 y de 13 a Ruta 11, se merece un replanteo de la situación hídrica y mejorar estos desagües y cruces de calles que permitan que el agua escurra sin problemas.
También el Municipio deberá sancionar a aquellos que han construido veredas sin respetar las cámaras de registro, hicieron rampas de acceso de vehículos sin los correspondientes tubos de desagüe, aquellos que dejan montículos de tierra o de escombros que tapan, y a todos aquellos infractores que perjudican al resto tapando el curso del agua.