El 23 de agosto en 11 y 95 será inaugurado un nuevo espacio verde que se hizo con el aporte y gestión de vecinos. Se llamará “Plaza de la Comunidad”. Tiene juegos, hamacas, un mangrullo con pasarela y tobogán. Además, colocaron bancos de plazas. En ese lugar había un basurero a cielo abierto.

   La noticia la informó “Tati” Mansilla, manzanera del barrio junto al Arroyo Maldonado, quién confirmó el trabajo realizado por vecinos, vecinas y jóvenes dependiente del Ministerio de Desarrollo Social provincial.

   De esta forma, Mansilla contó que “era un basural a cielo abierto, donde había un pedacito donde los chicos jugaban a la pelota entre vidrios, mugre y de todo lo que te puedas imaginar” y agregó “Desde el barrio, la organización “Construir” conformaron un trabajo cooperativo para levantar la plaza”.

   La dirigente social valoró el trabajo hecho por vecinos y vecinas, además de los jóvenes del programa de Ministerio que conduce Andrés Larroque. “Hicimos varias reuniones con vecinos para hablar del tema barrial y la construcción de la plaza” contó.

“Estas reuniones son periódicas con los vecinos, yo milito en este barrio hace 30 años, para hablar de buscar soluciones conjuntas. Además, entregamos un refuerzo alimentario. Allí siempre surgió la idea de la plaza” enfatizó.

En este diálogo e intercambio con los pobladores permitió coincidir en días y horarios de trabajo para limpiar el terreno: “Lo primero que hicimos fue limpiar el lugar y gestionamos con la delegación comunal camiones de tierra y una máquina para emparejar el lugar” prosiguió Mansilla.

“Cuando se hicieron las plazas céntricas solicitamos si podían aportarnos juegos de los que se iban a remover. Logramos que nos aporten unas estructuras de hamacas que ensamblamos nosotros, lo mismo con un sube y baja. Nos trajeron, además, dos bancos de plazas que también remozamos. Colocamos dos cestos de basura” sostuvo la dirigente.

Por último, sintetizó la gestión elaborada ante el Ministerio de Desarrollo que les permitió ser incorporados al Programa “Juguemos piola” que les abrió la puerta a un subsidio que les posibilitó la compra de un mangrullo que trae una Pasarella, un tobogán y hamacas.