Juan Pablo es un vecino cercano al cruce de 116 y 72 donde desde hace muchos años, vecinos inescrupulosos han decidido mantener en el lugar un basural a cielo abierto.

En los últimos meses, la alternancia en la frecuencia de los camiones destinado a recoger los residuos en este tipo de basurales, han permitido la reaparición de decenas en la localidad y logró la acumulación de basura se prolongue por varios días.

De acuerdo a lo manifestado por el vecino y otras fuentes de la zona consultadas, en la zona la recolección domiciliaria se hace de lunes a sábados y la frecuencia del camión de los no habituales, si bien se ha reducido, sigue estando vigente.

Qué sucede en este caso: hasta el lugar suelen acercarse carreros que levantan material, pasto, o desperdicios de viviendas cercanas y las arroja allí. También han encontrado residuos habituales en grandes bolsas de consorcio y también otras que podrían provenir de algún geriátrico por el tamaño de los pañales y que los están dejando comúnmente allí.

En este caso, coincidieron en afirmar que existen vecinos que por algún motivo se han olvidado de sacar la basura y la destinan a esa esquina en donde, a pocos metros, existe una boca tormenta que por lo general “por la mugre que le cae se termina tapando”.

“Han empezado a tirar bolsas de residuos grandes, orgánico casi todo” dijo Juan Pablo y agregó que “el raterío que se junta a la noche es brutal, llamé a la Delegación, pero no he tenido respuestas”.

“Espero que pueden difundir para qué al menos se controle, no sabemos quiénes son los que vienen con la basura, pero el daño ambiental y sanitario es terrible” denunció.