Con restos de desperdicios esparcidos por el lugar y mal olor, así amaneció este lunes el cruce de 122 y 603. A metros de la Escuela Nº59, vecinos inescrupulosos no dudaron un segundo en tirar sus desperdicios en la esquina de la avenida.
Como suele ocurrir con el comienzo de semana, son muchos los vecinos que pueden soportar la basura el día que no hay recolección en sus domicilios esperando hasta el lunes. Otros optan por no reparar en el resto y se sacan la basura de encima.
Esta actitud negativa provoca que las bolas arrojadas por doquier sean rotas por animales o por personas que buscan en los residuos de otros el plato del día. Finalmente, los residuos se van corriendo provocando suciedad más allá de los basurales.
Otro de los problemas, los vecinos sobre 122 lo saben muy bien, son los tapones que se producen en los cruces de calles, provocando que el agua gane la calzada como ocurre a la altura de 602.
Cabe destacar que los vecinos de 122 entre 601 y 602, por el rebalse de zanjas tiene el agua adentro de sus casas sin que la Delegación Comunal o directamente el Municipio atienda esta situación poco común.
La aparición de viejos y nuevos basurales siguen siendo un motivo de queja de los vecinos de la zona y mucho más de aquellos que sufren el rebalse de zanjas producto de la ignorancia o de la acción despiadada de aquellos que arrojan la basura en cualquier lado.