Basural de 10 entre 87 a 90: Una herencia que la Gestión no ha podido resolver

    Si bien el Municipio cuenta con todas las herramientas para fiscalizar y sancionar a los infractores que arrojan basura en la vía pública y profundizan los problemas del medio ambiente, los reclamos de frentistas sobre la situación de 10 de 87 a 90, sigue siendo un tema de discusión.

    De esta forma, debido a la gran cantidad de desechos que se encuentran desparramados, los vecinos reclaman una fuerte limpieza la zona y que se retiren las bolsas de basura que no solo provocan olores nauseabundos, sino que a su vez atraen roedores y enfermedades.

    “En las calles 10 y 87 a 90 existe un basural, donde los vecinos venimos reclamando desde hace tiempo por los olores nauseabundos y la acumulación de basura, que provoca una invasión de ratas” dijeron a NVE.

    "Es una mugre terrible y el olor insoportable, esto lo planteamos a la Secretaría de Medio Ambiente que conduce Guillermo Escudero, a la delegada Elizabeth González, al 147, no sabemos más que hacer” informaron.

    En un informe detallado difundido por Noticias de Villa Elvira se alertaba sobre esta situación que se había disparado en coincidencia de cuando el Ejecutivo comandado por Julio Garro decidió sacar los contenedores de avenida 13 de 90 a 610.

   El desbalance entre la basura que arrojaban los vecinos de la zona y los que iban hasta el lugar a dejar sus bolsas era notorio y se solucionó, siempre en partes, retirando los tachos y ajustando la recolección cercana a lo largo de la avenida 13.

   A partir de allí, explotaron el puesto verde de avenida 7 y 90, los canastos del barrio UPCN, Las Tejas y junto al hipermercado de 7 y 86. La gente siguió yendo a otros destinos a tirar la basura que, se presupone, no se las están recolectando en diferentes puntos de Villa Elvira, Sicardi y Garibaldi.

   Fue así que, poco a poco, el pasillo de pasada entre la avenida 90 hacia el casco urbano comenzó a ser calle 10 y es allí, donde esta gente arroja los desperdicios domiciliarios y hasta donde comerciantes, muchos del rubro de los pollos, dejan sus desechos.

   Si bien muchas de las críticas que hacen los vecinos tienen como objetivos a la administración comunal local, es importante mencionar la labor de los trabajadores de esa dependencia que, a pesar de las limitaciones estructurales y de servicio, han intentado mantener el espacio limpio, aunque chocan con la realidad de la avalancha de gente que a diario se acostumbró a tirar allí sus desperdicios.

   Ante el anuncio y la puesta en marcha de estos vehículos deambuladores y, hasta el momento, tan poco prácticos en las tareas de prevención de delitos e infracciones en la vía pública, para lo cual fueron asignados, sería de suma importancia que esta sección implemente una vigilancia en el lugar y se trabaje en un diagnóstico claro que permita discernir el motivo por el cual vecinos salen a tirar la basura en cualquier lugar.

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