Durante un partido entre las categorías de Agrupación Gimnasista de Berisso y Monasterio de Altos de San Lorenzo, un padre invadió el campo de juego, increpó al árbitro y lo agredió físicamente.
El juez, identificado como Rubén Álvarez, vinculado a la Asociación Argentina de Árbitros (ARA), resultó herido y el encuentro debió suspenderse por motivos de seguridad.
Según testigos, el agresor reaccionó ante una decisión arbitral que no aceptó. En el fragor del momento, la tensión escaló hasta la violencia, y miembros del club debieron intervenir para separarlo y retirarlo del predio.
El hecho fue denunciado formalmente y generó conmoción en la comunidad deportiva local, especialmente por tratarse de categorías infantiles, donde los protagonistas principales son niños.